"..acudimos como intercesora a
nuestra Amantísima Madre la Virgen de las Angustias, bajo cuya
advocación fue fundada esta Santa Cofradía, esperando nos
conceda para ello la fortaleza y constancia necesaria, para que a
nuestra muerte podamos hacernos dignos de ser recibidos como hijos
suyos, Amén".
Así termina la Introducción de los Estatutos
de la Cofradía del Santo Entierro (Reformados en Junta General el 5
de Mayo de 1929). "..cuyo origen se
pierde en el transcurso de los siglos".
La imagen que procesiona en la
actualidad es de vestir con articulación de manos y cabeza del primer tercio del
siglo XIX, y se encuentra en la Ermita de la Soledad.
A finales del siglo XIX se incorporan a la Semana Santa castellana
elementos foráneos de otras regiones. En la línea de la estética
andaluza, se introduce a la Virgen bajo dosel de barras doradas con
gran aparatosidad, se la adorna con mantos muy ricos bordados en oro
y con lujosos vestidos.
Procesiona con traje negro y bajo dosel negro el Viernes
Santo y con traje blanco y bajo dosel blanco el Domingo
de Resurrección. El traje negro lo donó Soledad González y fue
con el que se había casado su madre. En 1997 estrenó dosel blanco y traje blanco, regalo de
la diseñadora benaventana Loly Cubo.
Como consta en la inscripción que hay en su dorso, Matilde y María Antonia Campelo le regalan una corona y un
corazón de plata en el año 1862.
El Martes Santo, en la Procesión de la
Tinieblas, acompañada de la Verónica y el Cristo Yacente, desde la
Plaza Mayor se dirige a la Iglesia de Santa María del Azogue donde
permanece hasta la Magna Procesión del Santo Entierro el Viernes
Santo. Esta imagen estrena andas el
año 1999 y procesiona portada por ocho costaleros, que en el año
2002 pasan a ser doce y en el 2010, al estrenar nuevos banzos,
dieciseis.
Siguiendo la tradición Rosario Ramos Lumeras y
Sofía González Enríquez visten a la Virgen, y Dña. Rosario tira
del manto el Domingo de Resurrección, una vez
que se han realizado las tres venias al Cristo Resucitado. El Mayordomo encargado del paso es Isidoro Blanco y, siguiendo la tradición,
el
Secretario General de las cofradías la acompaña el Domingo de
Resurrección.
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