Nombre
Hospital de San José o de Convalecientes
Fundación y Evolución
Fundado en el año 1685. Fueron originalmente sus fundadores D. Luís Angulo de Mendoza y Dª. Luisa Muñiz Collados, quienes
dejaron cuantiosos bienes para la fundación de este benéfico
establecimiento, aunque posteriormente fueron D. José de Vergara y su
esposa Dª. Jerónima de Uña y Herrera quienes dieron el impulso
definitivo y acordaron su institución.
El Hospital de San José o de Convalecientes es una fundación para el
asilo y albergue de ancianos y menesterosos, en concreto para refugio y
albergue de todos los pobres que salieren de la enfermedad por los
cuidados dispensados en el Hospital de San Juan de esta villa de
Benavente y no tuviesen donde recabar en su convalecencia.
Ubicación
Estuvo situado en la plazuela de su nombre detrás de la iglesia de Santa
María, hasta su traslado a mediados de los años sesenta de nuestro siglo
al emplazamiento actual en el edificio perteneciente al Hospital de la
Piedad. Este espacio es uno de los más importantes del casco antiguo de
Benavente. Aquí se presume cerraba la cerca primitiva de la villa con
anterioridad al siglo XII. Posteriormente al ampliarse la población a
raíz de los privilegios de repoblación impulsados por el monarca leonés
Fernando II se funda el templo de Santa María del Azogue (en torno a
1181) , llamada también de la plaza, adquiriendo este espacio y su
entorno un gran papel económico y social en la vida de la villa.
|
Organización
Don Luis Ángulo Mendoza y Doña Luisa
Muñiz y Collados legaron cuantiosos bienes para la fundación de un
establecimiento de carácter benéfico donde pudiesen ser acogidos
temporalmente y pasar la convalecencia, aquellos enfermos que libres ya
de calenturas saliesen o fuesen dados de alta en el Hospital de San
Juan. Sin embargo este loable propósito no llegaría a ponerse ejecución
hasta el año 1685, en que don José de Vergara y su esposa doña Jerónima
de Uña y Herrera, acordaron la fundación definitiva de esta benéfica
institución, mediante testamento otorgado con fecha de 2 de octubre de
del año 1685: “…para refugio de todos los pobres que salieren de la
enfermedad, del Hospital de San Juan de esta villa de Benavente”.
Por dicho testamento fueron nombrados apoderados “ad hoc” o albaceas,
don Alonso Molano ( contador de los Estados de Benavente y su alcalde
mayor), don Antonio de Melgar (cura párroco de Santa María la Mayor) y
el presbítero don Juan Gómez Salazar, quienes con las formalidades
requeridas fundaron este Hospital de San José, vulgo de los
Convalecientes, el 19 de diciembre de ese mismo año: “En la casa
principal de la morada de dicho José de Vergara y doña Jerónima de Uña y
Herrera, su mujer; en la puerta principal de cuya casa, se pondrá una
imagen de talla del Glorioso Patriarca San José, con cuya advocación se
ha de titular el dicho Hospital, en el que serán admitidos todos los
pobres del Hospital de San Juan, que vengan sin calentura a la
convalecencia, ni otro achaque de su enfermedad”.
Algún autor, como Sánchez Lago, señala que en origen debieron de ser dos
hospitales que se unieron durante los primeros años de su existencia a
fines del siglo XVII. Así se señala que: “El Hospital de San José,
luego unido al de Convalecientes y que estuvo situado en la plazuela de
su nombre detrás de la iglesia de Santa María. Posteriormente se nombró
un Patronato y se hizo cargo de la obra asistencial y caritativa una
comunidad religiosa”. Sin embargo este aspecto de la fundación no
está confirmado por la documentación conservada.
Para su buen gobierno fue nombrado
por los fundadores un Patronato, compuesto éste por “un Patrón de
sangre y cuatro compatronos”. El primero en ostentar el cargo, por
voluntad expresa de los fundadores, fue don Andrés de Uña y Herrera,
hermano de la fundadora. Cuando se extinguiese la línea de los Uñas y
Herreras, según se estipulaba, sucederían a éstos en dicho Patronazgo el
pariente más cercano a don José de Vergara. El mencionado Patronato
tenía entre sus funciones la de elegir y nombrar a los cargos del
Hospital, como eran el capellán, mayordomo, escribano y enfermera. Sus
bienes se verían afectados por las leyes desamortizadoras durante el
siglo XIX, vendiéndose muchas de las heredades que formaban su
patrimonio y rentas. Nuevamente entre 1889 y 1895 fueron vendidas
algunas de sus propiedades, esta vez por los administradores de la
institución, con el objeto de realizar algunas obras de
acondicionamiento del edifico-hospital. Este edificio que aún se
conserva, aunque alterado en parte, se encontraba ubicado en la conocida
antaño como Plazuela de Convalecientes junto a la Plaza de la Madera.
En el año 1900 se decidió por la
Junta de Patronato, presidida por entonces por don Bernardino Seisdedos,
párroco de Santa María la Mayor, realizar gestiones encaminadas a
extender la función benéfica de este establecimiento a los ancianos
desamparados. Para la consecución de este objetivo fue solicitada la
modificación y ampliación de las cláusulas fundacionales del Hospital. A
tal efecto, con la protección y asesoramiento de don Mateo Silvela y
doña Rafaela Tordesillas, se llevaron a cabo gestiones con la comunidad
de religiosas de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, con
el fin de que pudiesen regentar dicho asilo-hospital. En 1902 se
instalaron las religiosas en el Hospital. En 1962 se acuerda la
agregación de este Hospital al de la Piedad, pasando a constituir ambos
un único patronato, trasladándose las religiosas y los asilados desde el
Hospital de Convalecientes de San José al edificio del Hospital de la
Piedad.
|
Tipología arquitectónica
El edificio está asentado sobre viejos soportales, como era común a
muchas construcciones de Benavente anteriores al siglo XIX. Presentaba
casi en la totalidad de sus fachadas pilares o postes sustentantes de
madera.
La parte del edificio más occidental con ambas fachadas a la plaza de la
Madera, la cual podría considerarse como la construcción principal del
establecimiento. Esta zona del edificio fue reformada y revocada de
ladrillo fino de las cerámicas de Benavente hacia el año 1900.
Proceso constructivo
El Hospital tenía una humilde fábrica a base de tapial y ladrillo. Su
construcción primitiva databa de finales del siglo XII. A comienzos del
siglo XX se remoza el edificio principal del Hospital, revocando
exteriormente su fachada con ladrillo cara vista según proyecto del
arquitecto Segundo Viloria Escarda.
Economía personal
El Hospital se sustentaba principalmente con las rentas que le
proporcionaba el patrimonio en tierras e inmuebles que le legaron su
fundadores, así como otra serie de propiedades, rentas y foros que en el
transcurso de los siglos se fueron agregando al hospital por medio de
numerosas donaciones y mandas testamentarias.
Iglesia o capilla
Disponía el
establecimiento de una Capilla en la parte baja del hospital, bajo los
soportales que frentan a la Iglesia de Santa Maria del Azogue. Ésta
presentaba en su portada un arco de medio punto, de sillares de piedra
bien labrados. La capilla no era excesivamente espaciosa pero suficiente
para las necesidades del Hospital. En su interior se encontraban algunos
retablos y diversas esculturas, entre las que destacaba una alusiva a la
escena de la Muerte de San José (grupo escultórico actualmente
localizado en la capilla del Hospital de La Piedad). |